Quizás ninguna otra empresa científica tenga una naturaleza interdisciplinaria tan marcada como la conquista del cosmos. Pero nadie duda que los vuelos espaciales exigieran el desarrollo de una ciencia y una ingeniería propia y que en estos progresos desempeñara un importante papel la Física, al tiempo que sus ideas se nutrieran de los resultados de esta soñada exploración.
El análisis del panorama político en que se desarrolla la conquista del cosmos desborda los propósitos de nuestro breve examen pero es imposible omitir que, a mediados del siglo, la lógica que presidía las relaciones entre las naciones más poderosas del planeta, determinó que en lugar de una eficaz colaboración entre las partes, la cosmonáutica naciera con un claro perfil de competencia que dividió los esfuerzos, tapió el intercambio de experiencias, multiplicó los gastos, y paralelamente alentó el desarrollo en espiral de programas y armas que "neutralizaran" al enemigo.
La guerra fría entre los bloques calentó las relaciones entre las naciones y los proyectos para la fabricación de cohetes portadores ambivalentes (empleados para las lanzaderas de las naves espaciales y de proyectiles intercontinentales) y el curso de programas tan irracionales como "la guerra de las galaxias", demandaron de enormes recursos que compitieron con la necesaria asistencia a los países subdesarrollados. Esta ayuda para el desarrollo hubiera seguramente saneado la atmósfera internacional y evitado tal vez el surgimiento de los focos de tensión que matizados por la frustración y el odio de pueblos y culturas hacia la irracionalidad de la civilización occidental derivaron hacia la dolorosa confrontación y las guerras "locales" del fin siglo.
Cuba pequeño país del Caribe, sumergida en esta confrontación, sufrió la hostilidad del gobierno de los Estados Unidos desde el propio nacimiento de la Revolución cubana y en el otro extremo de la cuerda apreció la solidaridad y ayuda recibida de la nación soviética. Esto explica que varias generaciones de cubanos aplaudieran los logros en materia de vuelos espaciales de la ciencia soviética en tanto las realizaciones de la astronáutica estadounidense encontraran en nuestro contexto una baja resonancia.
A continuación, pasaremos breve revista a los momentos principales de esta carrera, sus cabezas más visibles, los logros y fracasos, y las repercusiones más importantes hacia el desarrollo de la ciencia. No esconderemos el sesgo de nuestra pupila, pero intentaremos equilibrar las fuentes de información y mantener una objetividad que rara vez es encontrada en el tratamiento de estos temas.
Apenas 5 días antes de la invasión de un ejército mercenario por Playa Girón (Bahía de Cochinos), un 12 de abril de 1961 la noticia recorría el mundo: una nave espacial soviética con un cosmonauta a bordo había orbitado el planeta. En una hora y 48 minutos le había dado una vuelta a la Tierra pasando por encima de América, luego de África para caer finalmente en la Siberia. El joven piloto de franca sonrisa se llamaba Yuri y en una breve declaración desde la Vostok -1 había reclamado: "Pobladores del mundo, salvaguardemos esta belleza, no la destruyamos". En julio de ese mismo año
Gagarin visitó a Cuba, y en la multitudinaria concentración popular del 26, Fidel le impuso la Orden Playa Girón que lo convirtió en la primera persona en recibir esta distinción de la nación cubana.
Fuente : Geocities
domingo, 27 de enero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario